Cartas ao director

El final de la cabina telefónica

Quien pensaría que durarían tanto como paisaje urbano y rural del país, casi cien años dando servicio público a la población. El teléfono era un artículo de lujo, en esos inicios había salas repletas de operadoras, las llamadas chicas del cable, eran las que estaban al otro lado y a la petición de un número, te conectaban con él. Fue por los años 60, cuando se comenzó a instalar cabinas telefónicas por todo el territorio español las cuales pasarían a formar parte de la vida cotidiana. En los pueblos pequeños del rural, se hacía un contrato con alguna persona para que esa línea telefónica, aparte de usarla para sí, también sus vecinos previo pago, solía estar instalada en algún lugar público de fácil acceso. Las cabinas de entonces eran como armarios acristalados y bien insonorizadas en donde se realizaba la llamada, muy demandadas e instaladas en lugares céntricos de las ciudades. Con la llegada del teléfono móvil, ya no se le da uso alguno. La nueva ley de telecomunicaciones, obliga al propietario a retirarlas en este año 2022.
Que lejos quedan las colas para poder hacer una llamada, donde había que asegurarse de tener siempre a mano monedas para realizarla.
Adiós cabina adiós.
J. Carrera